- Instalación
- Cinta reflectante, mosquiteros, luces estroboscópicas, sistema eléctrico,
- sacos de arpillera y cajas de vidrio
- Medidas variables
- Museo del Barro, Asunción, Paraguay
- Fundación Migliorisi
- CAV, Centro de Artes Visuales, Museo del Barro
- Asunción, Paraguay
- Residencia: 7 al 30 de julio 2006
- Exposición: Agosto – septiembre 2006
- Proyecto financiado por el Fondo de Desarrollo de la Cultura y las Artes, 2006
Esta intervención gráfica, se basó en diagramas digitales extendidos al espacio real. Los dibujos fueron realizados con un tipo de cinta reflectante sensible a la luz, con cualidades holográficas e iridiscentes en un ambiente iluminado, absorbiendo y reflectando la luz en la oscuridad. Un material inestable a la percepción, fluctuando entre lo visible y lo invisible. Este tema también estaba presente en la instalación de un sistema de luces estroboscópicas. Un pulso de luz arrítmico e impredecible (infotografiable) actuando sobre mosquiteros anudados y suspendidos, sobre un ambiguo dibujo de cables eléctricos en el suelo.
Las Mismas Sombras (extracto)
Ticio Escobar, Agosto 2006
La operación básica que moviliza la obra de Claudia Missana consiste en remarcar espacios. Sus trabajos identifican ciertos lugares, fuertemente cargados de significación, y producen en ellos interferencias que, al dislocar brevemente sus hitos y orientaciones, descubren averías en el terreno y permiten entrever vínculos subterráneos con otras áreas. Esas intrusiones revelan lados imperceptibles: los lindes de lo público y lo privado, las fisuras que abren los recuerdos, la erosión producida por los pasos, por los vientos oscuros del tiempo, por los desgastes de la contingencia. Usados como jalones, estos quebrantos sorprendidos en el suelo permiten trazar nuevos diagramas cartográficos. Y, desde ellos, re-espaciar, dislocar mínimamente el espacio para hacer lugar a un acontecimiento.
...
Ahora bien, a la hora de intervenir lugares donde el peso abrumador de la historia y la
memoria han terminado por desfondar el sustento de la imagen, entonces las operaciones de
injerencia se ven forzadas a extremar sus recursos. Han de agudizarlos, quizá,
minimizarlos. Y deben abordar de costado ese terreno deshecho por aquel peso excesivo (ese
deslugar, ese vacío). Tal es el reto que asume Claudia Missana cuando, en la exposición
titulada El mismo cielo se enfrenta a los espacios
desmedidos, pero también asolados, que ocupa la memoria del Archivo del Terror y, vinculado
con ella la Operación Cóndor. Figuras demasiadas, ambas, que nos dejan sin palabras, sin
figuras. Esta parálisis de la imagen es síntoma
y problema del arte contemporáneo enfrentado a la catástrofe.
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Empleando una línea de tira reflectante, Claudia dibuja en las paredes dos sistemas de
figuras. Por un lado, delinea tres esquemas de puros cuadrados: cada figura exacta contiene
otras cuatro en su parte inferior. Representan escuetamente las gavetas
del Archivo del Terror, la secreta historia documental de la represión en el Paraguay; los
padrones de secuestros y torturas, de presidios y de muertes. Estas casillas vacías, estas
siluetas de nichos o de fosas, centellean
sus formas exactas, inflamadas por el trabajo de la memoria. Encendidas por el aura
fluorescente que instala el espanto y hace deponer la mirada.
En otra pared, traza la silueta de un cuerpo: el de un condenado político que, como tantos otros en Paraguay y en Chile, fuera envuelto en una bolsa para ser arrojado al río o al mar, según bajo que cielo fuera. El dibujo está trazado con una cinta reflectante dispuesta no en forma continua, sino entrecortada en su trazo por el trayecto erizado de minúsculas retículas que recuerdan la figura de píxeles. El juego de luz fría/ oscuridad hace relampaguear la figura, que aparece, electrizada y espectral, suspendida en el espacio vacante de los muros en blanco. "La imagen auténtica del pasado sólo aparece como un fogonazo", dice Benjamin.